jueves, julio 04, 2024

CONVERSACIÓN CON EL ÁNGEL


Contigo en aquel tiempo yo andaba siempre absorta,
siempre a tientas, a punto de caerme, pero indemne y eterna,
tomada de tu mano.
Ya casi te veía, lo mismo que al destello de un farol en la niebla,
una señal de auxilio en la tormenta.
Sí, tú, mi sombra blanca, transparencia guardiana,
mi esfinge azul hecha con el insomnio y el íntimo temblor de cada instante,
igual que una respuesta que se adelanta siempre a la pregunta.
Sin duda en algún sitio aún estarán marcados tus dos pies delante de mis pasos
porque te interponías de pronto entre mi noche y el abismo.
Sospecho que convertías en refugios dorados, mis peores pesadillas,
que apartabas las setas venenosas y las piedras sangrientas
y venciste acechanzas y castigos.
Tal vez hasta me contagiaras la sonrisa
y lloraras después un larguísimo tiempo con mis lágrimas, vestido con mi duelo.
Después, mucho después, en esos años en que creí perderte
en algún laberinto o en una encrucijada,
fue cuando me dejaste a solas, tan mortal, en el destierro.
Quizás te convocaron de lo alto para un duro relevo,
y acudiste como un vigía alerta sin mirar hacia atrás,
aunque a veces descubrí tu perfume de nube y de jazmín en una ráfaga
y hasta palpé la suavidad que deja la huida de una pluma debajo de la almohada.
Ahora, ya replegada toda lejanía con un golpe ritual,
como en un abanico que se cierra,
frente al fuego donde arde de una vez el lujoso inventario de todo lo imposible,
contemplamos los dos el muro que no cesa,
no aquel contra el que lloraríamos como estatuas de sal a la inocencia,
su mirada de huérfana perdida,
si no el otro, el incierto, el del principio y el final,
donde comienza tu oculto territorio impredecible,
donde tal vez se acabe tu pacto con el silencio y mi ceguera.

 Olga Orozco

domingo, junio 30, 2024

SI PARA RECOBRAR LOS RECOBRADO

 


Si para recobrar lo recobrado
Debí perder primero lo perdido,
Si para conseguir lo conseguido
Tuve que soportar lo soportado,

Si para estar ahora enamorado
Fue menester haber estado herido,
Tengo por bien sufrido lo sufrido,
Tengo por bien llorado lo llorado.

Porque después de todo he comprobado
Que no se goza bien de lo gozado
Sino después de haberlo padecido.

Porque después de todo he comprendido
Que lo que el árbol tiene de florido
Vive de lo que tiene sepultado.

Francisco Luis Bernárdez

EL COLOR DE LOS PÁJAROS


Pájaros de colores

Al principio de los tiempos todos los pájaros eran de color marrón, sólo se diferenciaban en el nombre y la forma. Pero sintieron envidia de los colores de las flores y decidieron que llamarían a la Madre Naturaleza para que les cambiara de color. Ella estuvo de acuerdo, pero les puso una condición: tendrían que pensar muy bien el color que cada uno quería porque solamente podrían cambiar una vez.

La encargada de comunicar la noticia por todo el planeta fue el Águila:

- Aviso a todos los pájaros: reunión con la Madre Naturaleza para cambiar de color la próxima semana en el claro del bosque.

Los pájaros pasaron una semana muy nerviosos, pensando cuál sería el color que iban a elegir. Llegado el gran día, todos se reunieron muy alborotados alrededor de la Madre Naturaleza.

La primera que se decidió fue la Urraca:

- Quiero ser negra con algunas plumas de tono azul cuando las dé el sol, blanco el pecho y blanca la punta de las alas.

La Madre tomó su paleta y la coloreó, mientras el resto de los pájaros comentaban lo elegantes que eran los colores elegidos por la Urraca.

El Periquito fue el siguiente en elegir:

- Yo quiero manchas blancas, azules y amarillas por todo el cuerpo.

Todos estuvieron de acuerdo en que esos colores le favorecían mucho.

El Pavo Real se acercó contoneándose y con su voz chillona pidió:

- Para mi hermosa cola quiero colores que se vean desde muy lejos: azules, verdes, amarillos, rojos y dorados.

Los demás pájaros sonrieron ya que conocían lo presumido que era el Pavo Real.

El Canario se acercó veloz:

- Como me gusta mucho la luz, quiero parecerme a un rayo de sol. Píntame de amarillo.

El Loro llegó chillando:

- Para que el resto de los animales me puedan ver, quiero que me pongas los colores más llamativos de tu paleta.

Todos pensaron que era muy atrevido al elegir esos colores, pero el Loro se alejó muy contento. Y poco a poco, el resto de los pájaros fueron pasando por las manos de la Madre Naturaleza.

Cuando los colores de la paleta se habían acabado y los pájaros lucían orgullosos sus nuevos vestidos, ella recogió sus utensilios de pintura y se dispuso a volver a su hogar. Pero de repente una voz le hizo volver la cabeza. Por el camino venía corriendo un pequeño Gorrión:

- Espera, espera, por favor- gritaba-, todavía falto yo. Estaba muy lejos y he tardado mucho tiempo en llegar volando. Yo también quiero cambiar de color.

La Madre Naturaleza le miró apenado:

- Ya no quedan colores en mi paleta.

- Bueno, no pasa nada - dijo el Gorrión tristemente mientras se alejaba cabizbajo por el camino- , de todas formas el color marrón tampoco está tan mal.

- Espera - gritó la Madre Naturaleza- , he encontrado una pequeña gota de color amarillo en mi paleta.

El Gorrión se acercó corriendo muy contento. La Madre Naturaleza mojó su pincel en la gota y agachándose tiernamente le pintó una pequeñísima mancha en la comisura del pico.

Por eso, si os fijáis detenidamente en los gorriones, podréis descubrir el último color que la Madre Naturaleza utilizó para colorear a todas las aves del mundo.

(Cuento tradicional de oriente)

MORIR EN LA PAVADA

 

 Una vez un catamarqueño, que andaba repechando la cordillera, encontró entre las rocas de las
cumbres un extraño huevo. Era demasiado grande para ser de gallina. Además hubiera sido difícil
que este animal llegara hasta allá para depositarlo. Y resultaba demasiado chico para ser de
avestruz.


No sabiendo lo que era, decidió llevárselo. Cuando llegó a su casa, se lo entregó a la patrona, que
justamente tenía una pava empollando una nidada de huevos recién colocados. Viendo que más o
menos eran del tamaño de los otros, fue y lo colocó también a éste debajo de la pava clueca.
 

Dio la casualidad que para cuando empezaron a romper los cascarones los pavitos, también lo izo el
pichón que se empollaba en el huevo traído de las cumbres. Y aunque resultó un animalito o del
todo igual, no desentonaba demasiado del resto de la nidada. Y sin embargo se trataba de un
pichón de cóndor. Si señor, de cóndor, como usted oye. Aunque había nacido al calor de la pava
clueca, la vida le venía de otra fuente.


Como no tenía de donde aprender otra cosa, el bichito imitó lo que veía hacer. Piaba como los otros
pavitos, y seguía a la pava grande en busca de gusanitos, semillitas y desperdicios. Escarbaba la
tierra, y a los saltos trataba de arrancar las frutitas maduras del tuitá. Vivía en el gallinero, y le
tenía miedo a los cuzcos lanudos que muchas veces venían a disputarle lo que la patrona tiraba en
el patio de tras, después de las comidas. De noche se subía a las ramas del algarrobo por miedo de
las comadrejas y otras alimañas. Vivía totalmente en la pavada, haciendo lo que veía hacer a los
demás.


A veces se sentía un poco extraño. Sobre todo cuando tenía oportunidad de estar a solas. Pero no
era frecuente que lo dejaran solo. El pavo no aguanta la soledad, ni soporta que otros se dediquen a
ella. Es bicho de andar siempre en bandada, sacando pecho para impresionar, abriendo la cola y
arrastrando el ala. Cualquier cosa que los impresione, es inmediatamente respondida con una
sonora burla. Cosa muy típica de estos pajarones, que a pesar de ser grandes, no vuelan.
 

Un mediodía de cielo claro y nubes blancas allá en las altura, nuestro animalito quedó sorprendido
al ver unas extrañas aves que planeaban majestuosas, casi sin mover las alas. Sintió como un
sacudón en lo profundo de su ser. Algo así como un llamado viejo que quería despertarlo en lo
íntimo de sus fibras. Sus ojos acostumbrados a mirar siempre al suelo en busca de comida, no
lograban distinguir lo que sucedía en las alturas. Pero su corazón despertó a una nostalgia
poderosa. ¿y él, por qué no volaba así? El corazón le latió, apresurado y ansioso.


Pero en ese momento se le acercó una pava preguntándole lo que estaba haciendo. Se rió de él
cuando sintió su confidencia. Le dijo que era un romántico, y que se dejara de tonterías. Ellos
estaban en otra cosa. Tenía que ser realista y acompañarla a un lugar donde había encontrado
mucha frutita madura y todo tipo de gusanos.


Desorientado el pobre animalito se dejó sacar de su embrujo y siguió a su compañera que lo
devolvió a la pavada. Retomó su vida normal, siempre atormentado por una profunda insatisfacción
interior que lo hacía sentir extraño. Nunca descubrió su verdadera identidad de cóndor. Y llegado a
vieja, un día murió. Sí, lamentablemente murió en la pavada como había vivido.


¡Y pensar que había nacido para las cumbres!

 

(Mamerto Menapace)

PAPÁ

 

 

Hay un hombre en tu vida, cuyo nombre y retrato debes guardar, en tu alma junto al del otro ser tan querido para tí: ese hombre es tu padre...

 

Puedes contar con él, más que contigo mismo. No habrá consejo mejor inspirado ni amparo más sólido que el suyo; rico o pobre, sabio o ignorante, todo cuanto sepa o posea será tuyo, como es tuya su sangre y su vida si la precisas.

 

Mientras eres niño, él sabrá compartir tus juegos, tus asombros, tus deslumbramientos.

Cuando llegues a la madurez, también necesitarás de su hombro, de su pañuelo o de su mano: lo necesitarás hasta cuando creas que puedes prescindir de él...

 

En tus hijos comprenderás la razón de algún lejano rigor, de alguna rudeza que no apreciaste a su debido tiempo. Medirás entonces la magnitud de su tolerancia, la índole de sus sacrificios.

 

En tus hijos te verás retratado y recordarás más de un sinsabor, mas de una amargura que le diste a tu padre; y le perdonarás, como él te perdonó a ti...

 

Mientras viva, recurre a él. Busca siempre su apoyo. Cuando te falte, hónralo con el recuerdo perenne. Trata de ser digno de llevar su nombre y que tus hijos te recuerden algún día con el fervor que tú pones en la memoria de tu padre...

(A. Sark)

MADRE, LO SIENTO, CRECÍ ...

 "Hay un tiempo… Para anticipar la llegada del bebé, consultar al médico, hacer dieta y ejercicios, y ver cómo se va modificando mi perfil. Para preparar el ajuar. Para soñar lo que ese niño puede llegar a ser cuando crezca. Para pedirle a Dios que me enseñe a criar al hijo que llevo en mis entrañas. Para preparar mi alma y para alimentar la suya…


Hay un tiempo… Para alimentarlo durante la noche, calmar sus pequeños dolores y esforzarse para sacarle una sonrisa. Para mecerlo y pasearlo por la habitación. Para modelar con paciencia su voluntad cuando todavía no se ha hecho presente la razón. Para mostrarle que su nuevo mundo es difícil y exigente, pero que también tiene mucho de amor y de esperanza. Para contemplarlo y maravillarme por lo que en realidad es: ni mascota, ni juguete, sino una persona diferente de mí misma, un ser creado a la imagen divina. Para reflexionar acerca de mi mayordomía sobre él: no me pertenece, no es mío, sólo he sido elegida para amarlo, educarlo, disfrutarlo…

Hay un tiempo… para tenerlo en mis brazos y contarle la historia más hermosa que jamás haya oído. Para enseñarle que Dios existe en el cielo, en la tierra, en cada detalle de la naturaleza y de su cuerpo. Para enseñarle a sentir asombro y a emocionarse por las cosas que realmente lo merecen. Para dejar de lado los platos sucios y llevarlo al parque para que pueda correr, respirar a pleno pulmón, mirar la luna, sentir la lluvia sobre su cabeza y descubrir cada secreto de la naturaleza. Para jugar con él una carrera, hacerle un dibujo, atraparle una mariposa y darle todo el alegre compañerismo que necesita. Para señalarle el camino de la Verdad y enseñarle a amar a Dios con sus sentimientos de niño.

Este tiempo es corto, y si me descuido se esfumará, porque los hijos no esperan…"

"Hay un tiempo… Para cantar en vez de rezongar, sonreír en vez de fruncir el ceño, reflexionar en vez de airarme, comprenderlo en vez de llorar por el jarrón roto, compartir con él mis mejores sentimientos, mi amor por la vida y la familia.

Para contestar todas sus preguntas, antes que llegue el momento cuando no quiera escuchar mis respuestas. Para enseñarle firme y pacientemente a obedecer, a disponer un lugar para cada cosa en su respectivo lugar. Para mostrar la paz del deber cumplido y comunicarlo con la Fuente de la paz.

Hay un tiempo… Para verlo partir valientemente hacia la escuela, y entonces extrañar su ruidosa presencia a mi lado. Para aceptar que ahora hay otros que atraen su interés, y esperarlo cuando regrese de la escuela. Para escuchar atentamente las largas descripciones de lo que le sucede cada día. Para enseñarle a ser independiente, responsable y, sobre todo, a ser él mismo. Para guiarlo con afectuosa firmeza y disciplinarlo con amor. Para dejarlo partir y soltar los lazos que lo sujetan a mi falda. Para atesorar cada instante fugaz de su niñez y adolescencia: sólo l8 preciosos años para inspirarlo y prepararlo para la vida.

Habrá un tiempo… cuando las puertas ya no serán cerradas a los golpes, ni habrá más juguetes en la escalera, ni peleas entre hermanos, ni marcas de lápices en las paredes. Entonces podré recordar con gozo los años pasados, y pensar que fue poco lo que perdí en comparación con lo mucho que he ganado.

Habrá un tiempo… cuando lo vea labrarse un futuro en la universidad. Entonces será para mí el tiempo de trabajar fuera de casa, de dedicarme a todo lo bello y útil que he postergado durante años…

Entonces recogeré el fruto de haber respetado el tiempo de mis vástagos, de haber postergado los míos, de haber sido consciente de que esos tiempos eran breves, y de no haberlos hecho esperar".


(Beverly LaHaye)

PISADAS EN LA ARENA - NO ESTAS SOLO

 


Una noche un hombre tuvo un sueño. En él «caminaba por la playa, mientras en el cielo se iban reflejando, una a una, escenas de su vida. Ante cada escena se marcaban en la arena dos pares de huellas, las suyas y las de Dios.  Cuando pasó ante él la última escena de su sueño, se dio la vuelta para mirar las huellas en la arena. Vio extrañado y, también, algo enfadado, que en muchas ocasiones, en los peores momentos de su vida, sólo había un par de pisadas».

En ese instante se despertó sobresaltado. Recordó el sueño con total claridad. Claro… ya sabía lo que pasaba. Se dio cuenta de lo que había sucedido en las etapas más tristes y oscuras de su vida. Aquel pensamiento le confundió mucho, e inquirió a Dios: 

- «Señor, dijiste una vez que cuando decidiera seguirte, caminarías conmigo hasta el final. Pero ya he visto que, en los momentos más difíciles de mi vida, cuando más te necesitaba, sólo estaban mis huellas en la arena.¡¡ No entiendo por qué me abandonabas!!».

Hubo un momento de silencio y cuando el hombre ya no esperaba ninguna respuesta, escuchó una vozque le decía: 

- «Hijo, yo te amo. Nunca te abandonaría. En esos momentos de sufrimiento, cuando peor lo estabas pasando, no eran tus huellas las que aparecían sobre la arena. Eran las mías mientras yo te cargaba en mis brazos».


Respira profundo, y siempre recuerda, ¡un paso a la vez!


NO TE DETENGAS (Apócrifo)


 

NO es de Walt Whitman!!!

 No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer
de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
«Emito mis alaridos por los techos de este mundo»,
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros «poetas muertos»,
te ayudan a caminar por la vida.
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los «poetas vivos».
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas …

Este texto es un Apócrifo atribuido a Walt Whitman. Pero la mayoría de los versos del poema provienen de frases dichas en la película «El club de los Poetas Muertos», en su mayoría expuestos por el Señor Keating, interpretado por Robin Williams. Parece que la confusión viene porque en varias escenas de la película se cita a Walt Whitman, o tal vez alguien creó el poema basándose en la frases de la cinta y se lo atribuyó a Whitman.

El Kitsch y la palabra.

En la red anda circulando un bodrio atribuido a Whitman y que no es más que un cursi intento que no le presta ni siquiera a los autores consagrados de la autoayuda. Lo han titulado en algunos casos como “No te detengas”, en otros como "Carpe Diem",  alocución latina extraída de las Odas de Horacio. Debo decir que ese texto no es de Whitman, que no le llega a los talones y que es, además, una oda a la ridiculez.


Vivimos en la era del kitsch, la cursilada que ha tomado los ribetes de milagro, la usurpación, lo reductible de toda esencia y la sensiblería que no es más que el vano intento de colmar la vida anímica con frases huecas y golpes de pecho ante altares de fantasía.


Es muy fácil de distinguir toda cursilada, cuando no se ha sido previamente pasto de esa maquinaria de mentiras que se ampara tras la industria del “mass media”. Lo cursi es su baratija, que se vende cual piedra preciosa. Los medios de comunicación de masas son una maquinaria especializada en asesinar el alma y todo culto espiritual. Debemos alejarnos de esa maquinaria que, como Cronos, todo lo devora. Y cada vez que entráramos en contacto con ella, nuestra misión debería ser la de poner en duda cualquier frase o noción que pretenda legarnos. Pero como, grosso modo, hemos acallado al alma, nos hemos inventado una. Resulta más cómodo fingir que somos “alguien” a meramente ser quienes somos. Pero atención, esa alma no es más que un doble, una falsía, pues ni siquiera llega a actor de reparto, un subterfugio del disimulo para engatusar al necio más cercano y aparentar que estamos vivos.

Hay que volver al libro, a aquel bien innominado que sólo conversa con nosotros en la más absoluta de las soledades. Que haya sesiones de lecturas colectivas y que sirvan de estimulante para la conversa y fomento del leer, bien me parece, pero la lectura es un bien estrictamente personal, individual y que debe cumplirse en soledad. Cuando estás leyendo a todo dar, esto es, cuando estás imbuido en una maravilla, te molesta que distraigan tu atención con cualquier palabra del diario quehacer, ¿no es así? Ello se debe a que es el alma quien conversa; en esos momentos estamos en otro estado del ser, uno -por cierto- muy distinto al mecanizado modo en que hemos permitido que conviertan nuestro trato con el prójimo. Claro, al decir que hay que volver al libro, tácitamente he querido decir que hay que volver es a la palabra ancestral, originaria. Y ello no es fácil cuando se vive sumergido en un mundo que es un gran almacén de falsedades. Tiene toda persona, por lo tanto, que mantener en estado de alerta su curiosidad vital, a fin de poder discernir lo que es literatura y lo que es camelo o falsía creada para domesticarle.

Estos bodrios digitales de autoayuda (y que, por desgracia, son llevados al papel) lo que pretenden es atribuir la cursilada a autores –no importa si anónimos o consagrados- cuya palabra lo que ha buscado es enaltecer al ser humano por medio del culto del espíritu. Y eso es un acto que me indigna. Pues es un campante delito. El “mass media” es una industria creada para domeñar al vulgo y convertirlo en ovejitas.

La misma miseria han cometido con Borges, al atribuirle, hace años, un texto detestable que hubiera sonrojado al argentino. (Poetiza.me)



TU ERES EL RESULTADO DE TI MISMO

"No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie porque fundamentalmente tú has hecho tu vida.

 Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar, corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error. 

 Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean, hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer, las circunstancias son buenas o malas según la voluntad o fortaleza de tu corazón.

 No te quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte, enfrenta con valor y acepta que de una u otra manera son el resultado de tus actos y la prueba que has de ganar.

 No te amargues con tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño, recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.

 Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu fracaso. Si tu has sido el ignorante, el irresponsable, tu únicamente tu, nadie pudo haberlo sido por ti. No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, como la causa de tu futuro es el presente.

 Aprende de los fuertes, de los audaces, imita a los enérgicos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones, a quienes vencieron a pesar de todo.

 Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas sin alimento morirán. Aprende a nacer del dolor y a ser más grande, que es el más grande de los obstáculos.

 Mírate en el espejo de ti mismo. Comienza a ser sincero contigo mismo reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte. Recuerda que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo, reconociéndote a ti mismo, mas libre y fuerte, y dejaras de ser un títere de las circunstancias, porque tu mismo eres el destino y nadie puede sustituirte en la construcción de tu destino.

 Levántate y mira por las montañas y respira la luz del amanecer. Tú eres parte de la fuerza de la vida. Nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados."

 Pablo Neruda.

LA CRISIS TRAE PROGRESOS

 

Palabras de Albert Einstein sobre las crisis

einstein-educación

“No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar ‘superado’. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.

La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.”

UN CANTO A LA VIDA

 



LA VIDA ES UNA OPORTUNIDAD, aprovéchala

LA VIDA ES BELLEZA, admírala.

LA VIDA ES BIENAVENRURANZA, saboréala.

LA VIDA ES UN SUEÑO, hazlo realidad.

LA VIDA ES UN DESAFIO, enfréntalo.

LA VIDA ES UN DEBER, cúmplelo.

LA VIDA ES UN JUEGO, juégalo.

LA VIDA ES UN TESORO, cuídalo.

LA VIDA ES UNA RIQUEZA, consérvala.

LA VIDA ES AMOR, gózalo.

LA VIDA ES UN MISTERIO, descúbrelo.

LA VIDA ES UNA PROMESA, realízala.

LA VIDA ES TRISTEZA, supérala.

LA VIDA ES UN HIMNO, cántalo

LA VIDA ES UNA LUCHA, acéptala.

LA VIDA ES UNA AVENTURA, arriésgate.

LA VIDA ES FELICIDAD, merécela.

LA VIDA ES VIDA, defiéndela.

MADRE Teresa de Calcuta.

Etapas de desarrollo de TODO PROYECTO ARGENTINO

  1. Optimismo general😀
  2. Fase de desorientación 😦
  3. Período de relajamiento incontrolado 😎
  4. Desconcierto general 😦
  5. Búsqueda implacable de culpables 😠
  6. Sálvese quien pueda 🙈
  7. Castigo ejemplar a los inocentes 😇
  8. Recuperación del optimismo perdido 😃
  9. Terminación inexplicable del proyecto 😊
  10. Condecoración y premios a todos los "No Participantes" 🙌

INSTANTES (Apócrifo)


NO es de Jorge Luis Borges!!!

Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.

Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.

Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.

 

Instantes (en algunas versiones, Momentos) es el título de un texto erróneamente atribuido al escritor argentino Jorge Luis Borges y otras veces a Gabriel García Márquez. Está escrito en un estilo similar al de la literatura de autoayuda y aparentemente se origina en la traducción del inglés de un artículo en prosa. Existen numerosas versiones castellanas con muchas variantes. Ha circulado masivamente a través de notas periodísticas, compilaciones, láminas y cadenas de correo electrónico, muchas veces con atribución errónea de su autoría a Borges.

Las numerosas versiones en castellano adoptan la forma de un poema en primera persona cuyo argumento es la reflexión, en tono melancólico, de alguien de edad avanzada (la última frase cita la edad de 85 años en la mayoría de las variantes) que al final de su vida se arrepiente de no haber cometido más errores y de haberse privado de algunos placeres sencillos. 
 

Autoría y texto

La primera versión que se conoce del texto fue publicada antes de 1935, o quizás a comienzos de ese año, en la revista estadounidense College Humor, firmada por el humorista y caricaturista Don Herold, bajo el título "I'd Pick More Daisies", dado que es citado ampliamente en el The Journal of Health and Physical Education.5​ Herold publicó otra versión, revisada, en la edición de octubre de 1953 del Reader's Digest.

Las versiones que circulan en castellano suelen estar organizadas en forma de poema, pero el texto de Herold está en prosa, e incluye frases que le dan un marco menos melancólico y más escéptico.4

Una versión apócrifa, en prosa y en inglés, apareció en 1975 en el Newsletter de la Asociación para la Psicología Humanista de San Francisco, California,6​ y se reproduce en la revista Family Circle en 1978, firmada por una tal Nadine Stair, una anciana de 85 años de Louisville, Kentucky, Estados Unidos,7​ y que más adelante recordaría el escritor Leo Buscaglia en su libro Vivir, amar y aprender, sugiriendo la frase final del texto: "Pero ya ven, tengo 85 años y sé que me estoy muriendo...", que no figura en ninguna de las versiones en inglés.

(Fuente Wikipedia)

 

domingo, noviembre 12, 2006

GRACIAS





Pensamientos y palabras que alegran mis días, comentarios que me ayudan a mejorar y recuerdos que no olvidaré...




SE BUSCAN DOS CEREZOS


Se buscan dos cerezos... para dos estrellas que colgaron del firmamento.

Se buscan dos corazones terrestres
para dos espíritus que habitan en el cielo...

Se buscan dos soles calientes
para dos frías lunas eclipsadas por el duelo...

Se buscan y se buscan huellas en las sendas del desvelo...

Se buscan dos cerezos...
la tierra aguarda, el agua y el viento

Se buscan dos cerezos
para contemplarlos y tocarlos


cada dia...
en un espacio sin tiempo...




Amira Malik




Hoy es sábado... un bello y espléndido día ... el sol brilla cálido... la primavera y la savia brotan por doquier. Muy de cerca una mujer sufre y llora abandonada. La vida comienza a cerrar sus puertas. Pronto comenzará a nublarse y a oscurecerse el cielo eclipsado por el mísero destino. ¿Qué es el tiempo? ¿Qué es la vida? ¿Qué es la muerte? Sino la nada absoluta.Hoy es domingo... el clima no importa... la primavera tampoco... la misma mujer sufre y llora solitaria mientras sus dedos embarrados presionan la tierra que alberga dos nuevos y altos cerezos. Quizás su vida sea insuficiente para verlos crecer, florecer y dar frutos. Quizás eso tampoco importe ya porque el tiempo es eterno. Sus lágrimas riegan sus brotes y ya son parte de sus verdes hojas que se yerguen al infinito, allá donde distantes y empañados dos ángeles aletean, esperan y críticos observan.



Para los Niños del Cielo

Para todos los niños del cielo que no llegarán a ver nunca la magia de la Navidad

¿Qué es la Navidad para los Niños del Cielo?

Silencio, silencio, solo silencio.

Porque el silencio trasciende y engrandece la paz que se alcanza después del sueño eterno.

¿Cómo es la Navidad para los Niños del Cielo?

Sin preparativos, sin árboles, sin regalos, sin velas, sin pan dulce, sin papá, sin mamá, sin familia, sin saludos, sin villancicos, sin reloj, sin alegría, sin besos, sin abrazos, sin esperanzas, sin luz.

Silencio, silencio, solo silencio

Porque el silencio es su morada, su destino y su eternidad.

Silencio, silencio, solo silencio

Después de haber escuchado un corazón y una voz que los guiaba cálidamente hacia la vida grande y peligrosa.

¿Cómo es la Navidad para los Niños que dejaron un futuro en este mundo lleno de incomprensión y egoísmo?

Ahora... silencio, solo silencio porque hasta sus llantos fueron sofocados por extraños que hoy , lejos de saberlo, viajan por las rutas del infierno para la condena final.

Si Navidad es Nacer y el Cielo es Morir... ¿Qué sentido tiene el amor y la felicidad sin los Niños del Cielo?

¡Silencio, solo silencio!

Los Niños del Cielo han partido que los ruidos de la tierra en esta Navidad no lleguen allá arriba. Pues la armonía del tenue aletear de ángeles blancos traerán la magia con cada lágrima, que por las noches cae de los ojos perennes de los Niños del Cielo.



sábado, noviembre 11, 2006

ALAS AL VIENTO

 


 

Un mediodía triste, oscuro y muy lluvioso te trae nuevamente a casa; así como cuando volví de Turquía.

Cada vez que tus alas se abren a la libertad, espero tu regreso. ¡Eres libre! Como todas las aves del cielo, pero me perteneces como todo lo que tuve en los días brillantes.

¿Así que juegas a burlarme entre las flores y el verde claro? Gritas desesperado para despedirme cuando cargada de responsabilidad parto al trabajo.

Los dos sabemos del reencuentro en cada lugar del que venís a buscarme, ciego y en picada para caer en mis manos temblorosas.

Nadie mejor que tú para responder a mis llamados como orgulloso de entender el mismo idioma. Pero a pesar de tu resistencia al caer la noche tu descanso interrumpo. ¡Qué suavidad disfrutan mis dedos! Es el momento justo cuando entre estrategias duerme tu atención. La quietud de las noches y el canto de los grillos arrullan tu ojo que desconfiado y vegilante se abre ante mí.

¿Qué sienten los pájaros cuando vuelan? ¿Cuando los sorprende el viento y la lluvia? ¿A dónde vas cuando te ausentas de mí? ¿En busca de qué o detrás de quién?, me pregunto.

Hoy, 29 de marzo es un día distinto, mañana también lo será para mí. Mojadas tus plumas y opaca tu capa ¡buscas guarida frente a mí!

Mis palabras son vanas para calmar tu ansiedad. La mía también. Solo tu nombre hace tu mirada brillar.

Te cobijo junto a mi pecho galopante y como nunca antes acaricio tu cuerpo esbelto y tu pico carmin.

Pasamos largo tiempo en silencio junto a la ventana recordando todas esas mariposas que de mis dedos alcanzabas a robar.

Quiero resistirme de pensar que de a poco te alejabas para volar hacia otros cielos sin mí.

¡ No me dejes aquí con tu casita vacía! entrecortada la voz y con tristeza te supliqué. Pero con millones de gotitas minúsculas dejé tu alas al viento y lentamente te fuiste de aquí.

Hoy, aún escucho tus silbidos en mi ventana, nadie imagina ¡uánto aman los pájaros! ¡Cuánto saben de nosotros sus amos!

Al pie del almendro que en las tardes visitabas, tu vuelo final perduró. Pronto los vientos llegarán para soplar tus plumas nuevas y brillantes, ¡las brisas de estaciones nuevas y eternas!

Y yo buscaré entre tantos cantos melodiosos el más bello que solo tú me hiciste conocer de tu garganta azul.

.........."cuando un AMIGO se va........... también se lleva un pedacito de mí".


¡Adiós Bubito, adiós!

Es tarde ya?




¿ES TARDE YA?


Es tarde ya. Como cada noche pienso en ti.
En todo lo que fuiste y en lo que eres.
Yo fui y soy la misma de ayer.
El amor no nos cambia, nos mantiene intactos como el primer día.
Tú amaste y yo también; solo que a personas equivocadas.
El destino nos lo mostró en este tiempo.

Es tarde ya. O quizás temprano porque el tiempo
Siempre brinda una nueva oportunidad.
Juega tu turno con decisión, que el arrepentimiento
Es eterno y su vital condición es la de llegar tarde.
Sé muy bien como estás.
Tú no sabes nada de mí. Te conozco entre todos los seres humanos;
Y a pesar de ello te amo aún más.

Tu silencio habla y mis palabras callan.
Tu ausencia y la mía son presencia inútil
Para quienes nunca tendrán “el amor”.
No hay dos amores iguales, ni nadie que sienta
Lo que sentimos nosotros.

Es tarde ya. Me cansé de pensar en esta noche estrellada.
Esperaré el nuevo día que mañana traerá otra vez tu recuerdo.
Pienso y espero.
Nada cambia.
Todo en mí permanece igual.